jueves, 15 de septiembre de 2016

MINI -BIOGRAFIA DE GRANDES PERSONAJES BIBLICOS II

Mini-Biografías de grandes personajes bíblicos (página 2)




Partes: 12

HERODES EL GRANDE. Herodes, descendiente idumeo de Esaú, comenzó a gobernar HERODES en Judea en 37 a.C. y murió en 4 a.C. Fue bajo su gobierno que EL GRANDE nació Jesús (Mateo 2:1; Lucas 1:5). Para ejercer
un control más seguro de su reino, lo dividió en cuatro regiones naturales, sobre las cuales dio autoridad delegada a sus allegados políticos. Construyó una nueva ciudad marítima sobre el Mediterráneo y la llamó Cesárea en honor de César, que lo había nombrado rey. Aunque espiritual y moralmente era pagano, mantuvo la paz doméstica poniendo en vigor un estado policíaco. Pacificó a los judíos mediante la reforma tributaria y la reconstrucción del templo de ellos en Jerusalén. (Véanse mayores detalles en el capítulo quinto.)
HERODES FELIPE II (Véase "Felipe el tetrarca".)

ISAAC.

Isaac fue el hijo de Abraham y Sara concedido en cumplimiento a lo que Dios les había prometido; pasó sus primeros años en Beerseba o sus alrededores. Abraham obedeció sin vacilación al mandato de Dios aun cuando se le ordenó sacrificar a Isaac (Génesis 22). Pero Dios intervino e Isaac se libró de la muerte. Para complacer a Abraham, Isaac se casó con Rebeca, nieta del hermano de Abraham, de la cual tuvo dos hijos: Jacob y Esaú. Rebeca y su hijo menor, Jacob, obtuvieron de Isaac, mediante engaño, la bendición que correspondía a Esaú (Génesis 27). Esto puso entre los hermanos una enemistad que duró mucho tiempo, pero al final se reconciliaron. A Isaac se le recuerda especialmente por haber transmitido la divina bendición del pacto desde Abraham hasta Jacob.
ISAIAS. Isaías, hijo de Amoz, pertenecía a una familia de alta posición social, según lo demuestra el acceso que tenía a la corte y al rey. Llegó a ser predicador de la corte, se casó y tuvo dos hijos. El capítulo 6 del libro de Isaías cuenta su llamado al oficio profético, en el cual se mantuvo activo aproximadamente del 740 al 700 A.C. Aceptó este llamamiento aun cuando sabía que habría de ser trabajo estéril. Contaba con la seguridad que Dios le daba, de que del reino caído habría de surgir uno nuevo en el cual reinaría Dios. Murió durante el
reinado de Manasés. Es el profeta de Israel mejor conocido, especialmente por sus pasajes mesiánicos (Isaías 7:14; 11; 53, etc.). (Véase Isaías, capítulo cuatro).
ISMAEL. Ismael fue el hijo que Abraham engendró en Agar, sierva egipcia de Sara, entregada por ésta a Abraham como segunda esposa. Engendrando a Ismael. Abraham trató que se cumpliera la promesa de Dios respecto a darle un hijo. Más tarde se cumplió en verdad dicha promesa mediante el nacimiento de Isaac, hijo de Sara. Ismael y Agar fueron enviados al desierto de Beerseba, en donde estaban muriéndose de sed. Un ángel de Dios guió a Agar a donde había agua, y así ambos salvaron la vida. Ismael creció en el desierto de Parán, al sur
de Canaán. Se casó con una egipcia y, en cumplimiento a lo prometido por Dios a Abraham, fue progenitor de doce príncipes que llegaron a ser los ismaelitas. Tuvo una hija que se casó con Esaú. Junto con Isaac, enterró a Abraham. Referencias: Génesis 16; 17; 21; 25.

JACOB Y ESAÚ.

Dios reveló a Rebeca que ella daría a luz gemelos importantes, porque de ellos nacerían dos grandes naciones: Esaú fue padre de los edomitas o idumeos; Jacob continuó la genealogía de la nación judaica y fue antecesor de Jesús. En este doble alumbramiento, Esaú nació primero, llegó a ser hábil cazador y fue el hijo favorito de Isaac. Jacob, tranquilo e inofensivo, fue el favorito de Rebeca. Al volver hambriento de la cacería, Esaú rogó a Jacob que le diera de comer. Jacob puso como condición indispensable que le cediera su derecho de primogenitura. Esaú consintió (Génesis 25:33). Un día en que Esaú había vuelto a salir de cacería, Rebeca persuadió a Jacob de que se hiciera pasar por Esaú, fuera junto a su padre que estaba medio ciego, y obtuviera la bendición que correspondía al primogénito. Logrado eso por Jacob, Esaú descubrió lo ocurrido y
resolvió matar al egoísta hermano suyo después que muriera su padre. Para que el tiempo enfriara la ira de su hermano, Jacob huyó a Harán. Mientras iba en viaje tuvo una visión de una escalera que unía la tierra con el cielo, por la cual subían y bajaban ángeles, y Dios le aseguró la bendición del Pacto (Génesis 28:12-15). Al servicio de su tío Labán, Jacob trabajó catorce años para obtener la mano de Raquel, y seis más que le fueron pagados con ganado. Durante ese tiempo se casó con otras tres mujeres. Después de unos años, creyendo que Labán y sus
hijos le envidiaban su prosperidad y lo miraban con malos ojos, Jacob se alarmó y huyó con sus esposas y posesiones rumbo a Canaán. Tres días después Labán descubrió la desaparición de Jacob. Los hombres de Labán alcanzaron a Jacob como una semana después, pero Dios lo libró de mal, y se puso fin a la reunión
mediante un tratado. Se erigió un monumento de piedras y comieron en señal del pacto mediante el cual cada parte se comprometió a no pasar aquel punto para atacar a la otra. Antes de cruzar el río Jordán, Jacob se encontró con Esaú, el cual le perdonó sus maldades pasadas. Jacob había estado confiando en su propia fuerza para tener éxito. En lucha con Dios, aprendió que su propia fuerza era nula, y que tenía que orar pidiendo las bendiciones del Señor. Referencias: Génesis 25-34.
JACOBO (o SANTIAGO) EL HERMANO DE JESUS. Jacobo, hijo de María y José (Mateo 13:55; Marcos 6:3), no fue uno de los doce apóstoles (Mateo 10:2-4), ni fue al principio creyente en su hermano Jesús (Juan 7:5). Pero después de la resurrección llegó a creer, probablemente mediante alguna manifestación especial del Señor resucitado. (Cristo se manifestó a los quinientos, y "después apareció a Jacobo" [1 Corintios 15:7].) Recibió el título de apóstol (Gálatas 1:19), fue uno de los dirigentes en la iglesia de Jerusalén (Gálatas 2:9; Hechos 15), y, junto con los ancianos, recibió a Pablo cuando éste regresó de su tercer viaje misionero (Hechos 21:18). Es el autor de la epístola de Santiago. Hay quienes infieren que era casado (1 Corintios 9: 5). "El justo" llamaban los antiguos a Jacobo por sus sobresalientes virtudes. Según la tradición murió apedreado por los líderes religiosos.
JACOBO EL HIJO DE ALFEO. Jacobo fue hijo de Alfeo y María, que algunos suponen hermana de la madre de Jesús, según lo cual Jacobo sería primo de Jesús. Jacobo fue uno de los doce apóstoles (Mateo 10:3; Hechos 1:13). Fue llamado "Santiago el menor" o "el pequeño" quizá porque fuera de baja estatura. Jacobo tenía hermanos, pero no se sabe de fijo cuántos ni quiénes eran. Posiblemente José (Mateo 27:56) y Mateo (Marcos 2: 14).
JACOBO, HIJO DE ZEBEDEO. Jacobo, hijo de Zebedeo y Salomé, hermano. mayor de Juan, fue uno de los primeros discípulos de Jesús. Andaba Jesús por la orilla del mar de Galilea, cuando lo llamó. Jacobo abandonó inmediatamente sus negocios de pescador y lo siguió. Jesús dio a Jacobo y Juan el apodo de Boanerges, o "hijos del trueno" (Marcos 3:17). Junto con Pedro y Juan, formó el trío de discípulos íntimos de Jesús. Fue el primero de los doce en padecer el martirio. Murió en los primeros días de la iglesia apostólica por orden del rey Herodes Agripa I, allá por el 44 D.C. (Hechos 12:2).
JEREMÍAS. Jeremías nació en el Siglo séptimo A.C. en Anatot, no lejos de Jerusalén. Tenía veinte años de edad cuando el Señor lo llamó a ser profeta suyo. Profetizó el castigo de Jerusalén a manos de un pueblo de corazón empedernido y oídos reacios. Fiel bajo desesperadas y abrumadoras circunstancias de persecución, Jeremías vio a su pueblo pasar de la prosperidad bajo el rey Josías a una condición de perversidad bajo el mando de cuatro reyes impíos que levantaron ídolos y perseveraron en extraviar al pueblo. Presenció impotente la invasión babilónica, y finalmente -cumplimiento de su profecía- la caída de Jerusalén. Para su seguridad, los simpatizantes de Jeremías, mediante ruegos, convencieron al profeta para que se fuera a Egipto. Predicó durante unos
cincuenta años. Se le identifica con el libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre.
JERJES (V. "Asuero".)
JEROBOAM. Jeroboam, residente de Sereda, fue hijo de Nabat, de la tribu de Efraín. Trabajó en la construcción de fortificaciones durante el reinado de Salomón. Reconociendo las capacidades de Jeroboam, Salomón lo nombró jefe de la casa de José. Disgustado por la tiranía de Salomón, y dado que cierto profeta predijo que Dios le daría un reino, se rebeló contra Salomón. Por ello, éste procuró matarlo, lo cual forzó a Jeroboam a refugiarse en Egipto. Muerto Salomón, regresó y halló en el trono a Roboam, hijo de Salomón. Procurando aliviar la suerte del pueblo, que estaba abrumado de impuestos, Jeroboam tomó su* representación, pero Roboam no aceptó ninguna instancia, y las diez tribus del norte se rebelaron, eligiendo a Jeroboam como rey suyo. Su reinado duró
de 922 a 901 A.C. Pero su gobierno estuvo dominado por sus intereses personales. Para evitar que el pueblo fuera a Jerusalén en su peregrinación anual, revivió dos antiguos lugares de culto en Bet-el y Dan (1 Reyes 12:26-30). Erigió también una imagen de oro, y el nombre de Jeroboam se volvió sinónimo de maldad por la idolatría que inició.
JETRO. Jetro, sacerdote de Madián, era varón de mucha entereza, profundidad espiritual y sabio juicio. Su mayor notoriedad quizá le viene de su relación con Moisés, pues le dio refugio y trabajo cuando huía de Egipto. Moisés cuidó los rebaños de Jetro durante cuarenta años y se casó con su hija Séfora. Llamado por Dios para regresar a Egipto, Moisés llevó consigo a Séfora y sus dos hijos, pero pronto volvió a dejarlos al cuidado de Jetro. Después del paso del Mar Rojo, Jetro se los devolvió a Moisés. Luego enseñó a Moisés procedimientos legislativos y
judiciales para guiar a los hijos de Israel, poniendo énfasis en que toda ley debe ser dada por Dios y encargada únicamente a hombres con capacidad, buena relación con Dios, integridad y verdad (Éxodo 18:19-23). A Jetro se le llama también Reuel.
JOACIM. Joacim fue rey de Judá e hijo de Joaquín. Su padre fue muerto por el rey Nabucodonosor, el cual permitió a Joacim reinar en lugar del rey difunto. (Reinó únicamente tres meses en 509 A.C.). Joacim y su pueblo fueron luego llevados cautivos a Babilonia. La caída de Jerusalén ocurrió alrededor de 597 A.C. Joacim estuvo encarcelado 37 años. A la edad de cincuenta y cinco fue liberado de la prisión. Se cree que Joacim tuvo hijos, pero éstos no se mencionan en la Biblia. Muy poco se sabe de la familia de Joacim. Referencias: 2 Reyes 24; 2 Crónicas 36.
JOAQUÍN. Joaquín, hijo del rey Josías de Judá, ascendió al trono cuando Faraón Neco aprisionó en cadenas a su hermano Joacaz allá por el 609 A.C. A diferencia de su padre, Joaquín estableció impuestos directos, erigió ídolos e introdujo religiones paganas. Jeremías, profeta de Dios, lo amonestó, previniéndole que su gobierno impío tendría por fruto la destrucción de Jerusalén, pero Joaquín no le hizo caso. Nabucodonosor venció a Faraón Neco, y el imperio cayó en manos de los caldeos. Luego de otra rebelión contra Nabucodonosor, Joaquín fue echado del trono y sustituido por Joacim su hijo (2 Crónicas 36:8). Se ignora si fue asesinado, pero se cuenta que su cuerpo fue echado fuera de la puerta de la ciudad y abandonado allí, recibiendo así "sepultura" de asno.
JOB. En la Biblia se menciona a Job como varón perfecto y justo, Job temeroso de Dios. Fue hombre acaudalado y vivió en tierra de Uz. En medio de su abundancia, Dios le envió tribulación: perdió su riqueza, su familia fue destruida y perdió la salud. En todo esto Job tuvo paciencia y firme confianza en Dios, aun ante las acusaciones de sus amigos. La aflicción abrumó a Job, pero dice el relato que "bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero" (Job 42:12). Aunque padeció mucho, fue capaz de decir: "Yo sé que mi Redentor vive" (Job
19:25). El libro de Job narra la historia en forma épica. (Véase "Job" en el capítulo cuarto.)
JOEL. El profeta Joel fue hijo de cierto hombre llamado Petuel. Joel probablemente creció en Judá, y está claro que profetizó en Jerusalén. Es un tanto controvertible el tiempo exacto en que vivió y profetizó; probablemente fue
en el siglo IX A.C. Dos calamidades dieron pie a la producción literaria de Joel: una plaga de langostas y una gran sequía. El profeta llama al pueblo a orar y ayunar. Quizá parte del pueblo haya respondido, pues al final del libro de Joel hay una nota de optimismo.
JONÁS. Jonás ("paloma") fue hijo de cierto Amitai. Parece sin par entre los profetas hebreos por cuanto su propósito primordial no parece haber sido predicarle a Israel. El Señor le ordenó ir a Nínive a prevenir al pueblo que iba a destruir la ciudad (Jonás 1:1-2). En vez de obedecer a Dios, Jonás se embarcó para Tarsis. Surgió una gran tormenta y lonás pidió a los hombres que lo tiraran por la borda, pues él era la causa de la tormenta. Dios preparó un gran pez que lo tragara. Finalmente se arrepintió y Dios hizo que el pez lo vomitara en tierra seca
(Jonás 2:10). Aprendida su lección, Jonás fue a Nínive y previno a los ninivitas que serían destruidos, por lo cual ellos se arrepintieron. Jonás se considera símbolo de Cristo porque permaneció en el vientre del pez tres días, así como Cristo permaneció tres días en la tumba (Mateo 12:40).
JONATÁN. Jonatán ("don de Jehová") era el heredero aparente e hijo mayor del rey Saúl. Surge primero como el héroe de la guerra de Micmas, en que obtuvo la victoria para Saúl casi solo (1 Samuel 13-14). El pueblo lo amaba. Era atlético, gallardo, hábil jefe militar y uno de los personajes más admirables de toda la Biblia. Por lo que más se le recuerda es por la sin par devoción de su amistad para con David (sentimiento "más maravilloso que el amor de las mujeres" [2 Samuel 1:16]) bajo las más difíciles circunstancias (1 Samuel 18-20). Hasta estuvo dispuesto a renunciar a su derecho al trono en favor de David. Aunque Saúl persiguió a David y lo obligó a huir, Jonatán permaneció leal a su amigo. Muerto en la batalla del monte Gilboa, fue sepultado en labes, debajo de un árbol (1 Samuel 31:1-13). Dejó un hijo: Mefiboset.
JOSÉ. José fue hijo de Jacob y Raquel. Jacob amaba a José más que a los hermanos de éste, por ser el hijo de su ancianidad, y le dio una túnica de muchos colores. Sus hermanos, que lo odiaban, urdieron maldades en contra suya. Lo vendieron como esclavo por veinte piezas de plata (Génesis 37:28). Pero José confiaba en Dios y no consintió en pecar; el Señor lo acompañó llegó a ser intérprete de los sueños de Faraón en Egipto. José predijo un tiempo de hambre, fue nombrado gobernador de Egipto y en los años de abundancia almacenó los excedentes de alimento. Los hermanos de José llegaron desde Canaán a comprar alimento durante el hambre. Él perdonó a sus hermanos y los trató bien; Jacob se reunió con ellos en sus últimos años, y la familia volvió a estar junta (Génesis 45-46).
JOSUÉ. Héroe del libro de Josué e hijo de Nun, Josué ("Jehová es salvación") fue primero ayudante de confianza y ministro de Moisés. Dirigió los ejércitos de Israel en una gran victoria contra los amalecitas en el Sinaí (Éxodo 17:8-16). Como representante de la tribu de Efraín entre los doce espías enviados a Canaán, junto con Caleb, constituyó la voz de minoría que alentó al pueblo a poseer la tierra por fe en Dios (Números 13:6, 8; 14:6, 38). Larga vida y posición de jefe tras la muerte de Moisés fueron su recompensa por ello. Muerto Moisés, condujo a los hijos de Israel a través del Jordán hasta la Tierra Prometida (Josué 1-6). Bajo su dirección fueron conquistados Jericó y sus alrededores, se dividió la tierra y se establecieron las ciudades de refugio (Josué 7-21). Murió a la edad de 110 años y fue sepultado en Timnat-sera.
JUAN EL APÓSTOL. Juan el apóstol, hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Jacobo, fue pescador hasta que Cristo lo llamó a seguirlo. Según la tradición, luan fue el más joven de los apóstoles, y el más recordado. A Juan el apóstol se atribuyen cinco libros del Nuevo Testamento: el Evangelio de Juan, las tres epístolas de Juan y el Apocalipsis. De los doce apóstoles, Juan, Pedro y Jacobo o Santiago, fueron los más íntimos de Cristo. Los tres estuvieron con él en la resurrección de la hija de Jairo, en el monte de los Olivos, en el Getsemaní, etc., pero sólo Juan estuvo junto a la cruz cuando el Señor fue crucificado, y fue allí que Jesús le encomendó a su madre María, a quien Juan cuidó hasta que ella murió. Juan pasó sus últimos años en Éfeso, en donde, según parece, escribió su Evangelio. Columna de la Iglesia de Jerusalén, fue exiliado a la isla de Patmos, en donde escribió el Apocalipsis. Referencias: Marcos 3:17; 14:33; Lucas 5:10; Hechos, 3, etc.
JUAN EL BAUTISTA. Juan el Bautista, el precursor de Cristo, nació tres meses antes que éste, y fue hijo de un sacerdote llamado Zacarías y su esposa Elisabet (Lucas 1:5-25, 57-80). A1 llegar a la edad viril, Juan decidió dedicarse a predicar en el desierto anunciando a Jesús, el cual estaba a punto de presentarse ante los judíos. Aparte de su vestido, hecho de pelo de camello y atado con un cinturón de cuero, fue un segundo Elías que proclamó el mensaje de arrepentimiento: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 3:2).
El antiguo historiador Josefo aclama a Juan el Bautista "varón excelente que amonestó a los judíos para que acudieran al bautismo, y practicó la virtud y la justicia para con todos los hombres, y la piedad para con Dios". Jesús también lo alabó. Nació cerca del 4 A.C. y fue decapitado entre el 29 y el 30 D.C. por Herodes Antipas por denunciar el matrimonio de éste con su cuñada Herodías (Mateo 4:1-12).
JUAN MARCOS. La primera referencia a Juan Marcos se halla en Hechos (12:12). Fue hijo de cierta María de Jerusalén y primo de Bernabé. Acompañó a Pablo y a Bernabé en su primer viaje misionero. Antes del segundo viaje, se suscitó una grave discordia entre Pablo y Bernabé respecto a Juan Marcos; esto provocó la separación de ellos, pues Bernabé apoyó a Marcos (Hechos 15:37-39), cuando éste echó pie atrás en el viaje (Hechos 13:13). Posteriormente Pablo tuvo considerable fe y confianza en Juan Marcos, pues cuando escribe a los
colosenses (Colosenses 4:10) y a Filemón (Filemón 24), Marcos se halla en Roma y su presencia allá parece servir a Pablo de solaz. Una vigorosa tradición de la iglesia primitiva afirma que Juan Marcos fue también compañero de Pedro. Pasaron diez o doce años entre la última referencia a Juan Marcos en los Hechos, y la primera referencia que a él se hace en las Epístolas. Se cree que en esos años acompañó a Pedro. Hay pruebas de que estuvo con Pedro durante los últimos años del Apóstol, y de que en su Evangelio de Marcos narra la historia que oyó de Pedro. (Véase el libro de "Marcos", capítulo IV.)
JUDAS ISCARIOTE. Judas Iscariote fue uno de los doce discípulos de nuestro Señor (Marcos 3:19). Respecto a él nada se sabe antes que fuera discípulo. Fue tesorero del círculo apostólico, pero lo tentó el dinero que manejaba, y su falta de honradez e infidelidad lo llevaron a traicionar a su Maestro. Antes de la Pascua Judas fue a los principales sacerdotes y convino en entregar a Jesús por treinta monedas de plata (Mateo 26:15). Durante la Pascua, se le metió Satanás y abandonó la fiesta. La traición contra Cristo se ejecutó después de la Cena del
Señor, en el huerto de Getsemaní (Mateo 26:47-50). Después de la crucifixión Judas confesó su delito e intentó devolver el dinero a los sacerdotes. Éstos no lo aceptaron, y Judas, llevado del remordimiento, fue y se ahorcó (Mateo 27:3-5; Hechos 1:15-20).
JUDAS, HERMANO DE JESÚS. Pocos datos hay sobre Judas. Hay en el Nuevo Testamento muchas personas con el mismo nombre. El Judas a que aquí nos referimos fue hermano de Jesús y autor del pequeño libro que lleva su nombre. Como sus hermanos, no creyó en Cristo sino después de la resurrección. Más adelante, sin embargo, habla de sí mismo como "siervo de Jesucristo" (Judas 1). La relación espiritual con Cristo mediante Santiago fue más importante que su parentesco carnal con Cristo. Judas no se dice apóstol. Evidentemente era
casado. Según la tradición, predicó en Mesopotamia y más tarde sufrió el martirio.

LÁZARO.

El nombre de Lázaro es una forma abreviada de Eleazar, que significa "Dios ha auxiliado". Quizá los más íntimos amigos de Jesús fuera de los discípulos, Lázaro y sus dos hermanas, María y Marta, vivían en Betania. Muerto Lázaro, como era de familia pudiente, se le hizo un excelente funeral y se le enterró en la tumba familiar en Betania. Jesús lo resucitó aunque ya llevaba cuatro días de muerto durante el calor estival (Lucas 11:1-46). Muchas personas se convirtieron como consecuencia de este milagro, lo cual provocó los celos del
Sanedrín. La tradición asegura que Lázaro tenía treinta años de edad cuando Jesús lo resucitó, y que vivió treinta años más. Algunos escritos dicen que Lázaro predicó en Francia después de su resurrección.
LEA. Lea ("hastiada"), primera esposa de Jacob, era menos apetecida por no ser muy bella. Labán su padre, mediante engaño, hizo que Jacob se casara con ella en vez de con Raquel, por ganarse la cual había trabajado él siete años (Génesis 29). Lea le dio a Jacob seis hijos y una hija (Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón y Dina); su sierva dio a luz a Gad y a Aser (Génesis 30:10-13). El Midrash (antigua exposición de escrituras judaicas) la considera mujer buena y honorable, aunque Jacob no la amaba. Fue sepultada en la tumba familiar de Macpela en Hebrón, y muy probablemente no descendió a Egipto con Jacob.
LEBEO. (Véase "Tadeo".)
LIDIA. Lidia, prosélita judía, vendedora de púrpura en Tiatira, y seguidora de Dios en Filipos, solía ir a orar a la ribera del río. Fue allí que Pablo y sus compañeros la hallaron. Oyente asidua, abrió el corazón al Señor (Hechos 16:14). Ella y los suyos creyeron y fueron bautizados, convirtiéndose en los primeros frutos de Pablo en Europa. Ansiosa de mostrar su gratitud, alojó a los apóstoles en su casa de Filipos después que fueron encarcelados (Hechos 16:15). El nombre Lidia, común en mujeres de aquel tiempo, quizá se haya derivado del distrito geográfico de Lidia. Sabemos que después de aquella primera conversión nació allí una iglesia; Lidia se convirtió en clave de una nueva forma de vida para Filipos y para Europa.
LISIAS, CLAUDIO. (Véase "Claudio".)
LOT. Mientras Lot, hijo de Harán y sobrino de Abraham, vivía con éste en Egipto, la prosperidad de ambos provocó disputas entre algunos de sus pastores. Para zanjar los desacuerdos, Abraham decidió permitir que Lot eligiera la mitad de la tierra, ya fuera el fértil valle del Jordán o la menos apetecible Canaán. Lot eligió lo primero. Dios envió dos ángeles a Lot, que entonces vivía en la malvada ciudad de Sodoma, a decirle que sacara a su familia y huyera antes que la ciudad fuera destruida. Dejaron la huida para el último momento, y su esposa se convirtió en "estatua de sal" (Génesis 19:26) por no obedecer la orden divina de no mirar hacia la ciudad abandonada. Lot y los suyos huyeron a las montañas. Él engendró en sus hijas a los progenitores de las tribus de Moab y Amón (Génesis 19:37-38). Referencias del Nuevo Testamento: Lucas 17:28-32; 2 Pedro 2:7 ss.
LUCAS. Lucas se menciona sólo tres veces por su nombre en el Nuevo Testamento (Colosenses 4:14; Filemón 24; 2 Timoteo 4:11). Era un médico griego muy culto, y escribió el Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles. Lucas 1:2 revela que aquel médico no fue de "los que desde el principio lo vieron con sus propios ojos"; según parece, se unió al grupo de Pablo en Troas (Hechos 16: 10), con el cual navegó hasta Macedonia. Fue amigo y compañero de viaje de Pablo, al cual acompañó nueve años. Pablo se refiere a él como el "médico amado", y en 2 Timoteo 4:11 nos suministra un último vistazo de su fiel amigo. (Véase "Lucas", capítulo IV.)

MALAQUIAS.

El nombre de Malaquías significa "Ángel de Jehová". Algunos creen que Malaquías es simplemente el nombre del libro del Antiguo Testamento escrito por Esdras. Pero la mayoría de las demás fuentes afirma que es el último de los profetas. Sus mensajes fueron claros y tajantes, de aliento para el desanimado pueblo de Israel. Poco se sabe de él, excepto que fue un profeta que predicó y escribió.
MARCOS. (Véase "Juan Marcos".)
MARÍA DE BETANIA. María, la hermana de Lázaro y Marta, sólo aparece brevemente en las Escrituras. Junto con su hermana Marta la vemos en el Evangelio de Lucas cuando reciben a Cristo en su hogar. María se sentó a los pies de Jesús oyendo embelesada las palabras que pronunciaba, mientras Marta estaba afanada sirviendo. Jesús alabó a María por haber "elegido la buena parte", lo que es realmente necesario (Lucas 10:42). La siguiente mención a María es en la resurrección de Lázaro. Tan pronto como Marta oyó que Jesús llegaba
corrió a su encuentro, pero María se quedó en la casa hasta que Jesús la llamó. Ambas hermanas le dijeron: "Señor, si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto" (Juan 11:21-32). Aunque Lázaro tenía cuatro días de muerto, Cristo lo resucitó y muchos judíos que habían seguido a María creyeron. Juan declara que ésta es la misma María que ungió al Señor en la fiesta de Betania.
MARTA, LA MADRE DE JACOBO Y JOSÉ. María era esposa de Cleofás; éste a su vez era hermano de José, el esposo de la virgen María. A María se le recuerda principalmente como miembro del grupo de mujeres que presenciaron la crucifixión, siguieron el cortejo fúnebre y fueron testigos de la sepultura de Cristo (Mateo 27:56, 61). Estuvo entre las primeras que llevaron especias al sepulcro para ungir el cuerpo de su Señor difunto. Pero al llegar al sepulcro, su dolor se convirtió en alegría porque su Señor había resucitado.
MARÍA, LA MADRE DE JUAN MARCOS. Madre de Juan Marcos y tía de Bernabé (Colosenses 4:10), puso su hogar a disposición de los creyentes como centro de adoración. Quizá fue allí donde se realizó la última cena, y el Pentecostés. También consta que al salir de la prisión Pedro fue allá (Hechos 12:12). Además, María era mujer de recio carácter; probablemente era una viuda acaudalada, que poseía casa propia y sirvientes (Hechos 12:13). Se dice que el hogar de María estaba en el extremo occidencial en tiempos de Jesús.
MARÍA, LA VIRGEN. Hubo en la ciudad de Nazaret una virgen llamada María, MARTA, comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, del linaje de David. Un ángel del Señor le reveló que, por haber hallado gracia en los ojos del Señor, había sido elegida como virgen madre de Aquel que salvaría a Israel
de sus pecados (Mateo 1:18-21). María pasó tres meses de su embarazo con Elizabet su prima, que había de ser la madre de Juan el Bautista. A1 acercarse el tiempo del nacimiento de Jesús, María y José tuvieron que viajar a Belén por razones de impuestos (Lucas) -2: 1-5). Fue allá donde nació Jesús en un tosco establo (Lucas 2:6-7). El ministerio público de Jesús comenzó con el milagro de Caná de Galilea en donde María procuró que él proveyera el vino en la fiesta de bodas (Juan 2:1-11). María presenció la crucifixión de su hijo. Estando pendiente de la cruz, Jesús pidió a Juan, su discípulo amado, que tomara en la vida de María el puesto del hijo agonizante, y a María le pidió trasladar su afecto maternal a Juan (Juan 19:25-27). Tras la ascensión de Jesús, María continuó como creyente devota del Camino, y la última vez que aparece es en el aposento alto (Hechos 1:14). Afirma la tradición que se fue a Éfeso a vivir cerca de luan, y que allí pasó sus últimos años.
MARÍA MAGDALENA. En el pequeño pueblo de Magdala (hoy día Mejdel), famoso por su riqueza e inmoralidad, situado a unos cinco kilómetros de Capernaum, en la costa noroccidental del mar de Galilea, nació María
Magdalena. Quizá sea la María de quien Jesús echó siete demonios (Marcos 16:9); se duda que sea la mujer de Lucas 7:37 que lavó los pies de Jesús con ungüento y lágrimas. No debe confundirse a María Magdalena con María de Betania, hermana de Marta y Lázaro. La primera mención bíblica que de ella tenemos está en Lucas 8:2, en que junto con otras mujeres servía a Jesús. Probablemente María Magdalena estuvo entre las mujeres de Lucas 23:49 que presenciaron la crucifixión, pues hallamos que más adelante (Marcos 16:1) fue con Salomé y María la madre de Jesús a ungir el cuerpo del Señor en el sepulcro. Pero en la tumba no estaba el .cuerpo de Jesús, sino unos ángeles. Cuando Jesús le apareció en la tumba vacía, ella lo confundió con el jardinero hasta que él pronunció su nombre. Él le encargó ir a decir a los demás discípulos que pronto ascendería a Dios (Juan 20:11-18). Después de este incidente las Escrituras callan respecto a María Magdalena.
MARTA, HERMANA DE MARÍA Y LÁZARO. Marta, la hermana de María y Lázaro (Juan 11:1), fue una mujer admirable y devota amiga de Jesús. Marta vivía en Betania, en donde ella, como hermana mayor, hacía de ama de casa. Se le menciona en la resurrección de Lázaro, en Betania. En ese incidente Marta, al oír que Jesús estaba en camino, fue a su encuentro. En esta ocasión Jesús pronunció su magna declaración sobre la vida eterna (Juan 11:20-27). (Véase "Lázaro".)
MATEO. Mateo, o Leví, se destaca primordialmente como autor del Evangelio que lleva su nombre. Fue hijo de Alfeo y vivió en Capernaum, donde fue recolector de impuestos en la aduana local. Aunque publicano, Mateo no era tan opulento como los publicanos romanos que subarrendaban la recolección de impuestos a gente del país como Mateo mismo. En Mateo 9:9 éste cuenta cómo fue llamado a ser discípulo: "Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le
siguió". (Dos relatos paralelos del llamamiento de Mateo se hallan en Marcos 2:14 y Lucas 5:27-28.) La fiesta que luego reparó Mateo en honor de Jesús fue la que hizo que los fariseos preguntaran a Jesús por qué comía y bebía con publicanos y pecadores. No hay en el Nuevo Testamento ninguna otra mención directa de Mateo, excepto la lista de apóstoles en Lucas 6:15. Se cree que Mateo predicó en Judea de 12 a 15 años y luego fue como evangelista al extranjero, y que murió en Etiopía en Macedonia.
MATIAS. El único relato bíblico sobre Matías se halla en Hechos 1:15-26. En el círculo de los Doce, desempeñó el puesto abandonado por Judas Iscariote. José Barsabás fue otro candidato para el puesto. Presentados ambos nombres ante el Señor, los discípulos pidieron en oración que Dios determinara mediante la suerte a cuál habían de elegir. La suerte cayó en Matías, el cual "fue contado con los once apóstoles" (versículo 26). Nada definido se sabe sobre Matías .después de este acontecimiento, aunque se publicó un libro apócrifo con su nombre.
MATUSALÉN. Matusalén vivió cuando la tierra estaba llena de vileza y maldad. Su nombre significa "liberado de la muerte". Fue hijo de Enoc y abuelo de Noé. Según la Escritura, fue el hombre de más larga vida. A la edad de 187 años tuvo por hijo a Lamec. Al morir tenía 969 años (Génesis 5:27).
MELQUISEDEC. Dos veces se menciona a Melquisedec en el Antiguo Testamento (Génesis 14:18; Salmo 110:4). Fue un antiguo rey y sacerdote "del Altísimo" (Génesis 14:18). Después de una batalla, salió al encuentro de Abraham para ofrecerle bondadosamente pan y vino. Como rey de justicia y rey de paz, Melquisedec se convirtió en eterno representante y cabeza simbólica del más excelso orden del sacerdocio levítico, y el libro de Hebreos presenta a Cristo como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec (Hebreos 5:6).
MIQUEAS. Miqueas fue contemporáneo de Isaías y Oseas, y vivió en el MIQUEAS siglo octavo A.C. Su nombre significa "el que es como Jehová", y fue quizás el primer hombre que profetizó o previno sobre la destrucción de
Jerusalén. Durante su tiempo hubo mucho pecado tanto en Israel como en Judá, y Miqueas fustigó el pecado en los hombres de todos los niveles sociales. Trató principalmente de la moralidad social y la religión personal; destacó la justicia, la bondad y la humildad. El mensaje de Miqueas resonó en todo Israel y Judá, no obstante que pasó la mayor parte de su tiempo en el oeste de Judá. Su acuciosidad y su verdad aparecen en su estilo ferviente. Predijo que Jesús nacería en Belén (Miqueas 5:2). Miqueas 6:8 es uno de los grandes textos de la Biblia. "Oh
hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios".
MOISÉS. Moisés, levita, fue hijo de Amram y Locabed. Nació en Heliópolis, famosa ciudad del bajo Egipto. Fue adoptado por la hija de Faraón y educado "en toda la sabiduría de los egipcios" (Éxodo 21:1-15). Llegó a ser varón "poderoso en sus palabras y obras". Este primer período de su vida terminó cuando mató a un egipcio y tuvo que huir a Madián (Éxodo 2:15-4:31). Durante su exilio (período de 40 años) se casó con Séfora, hija de Jetro. Era pastor cuando se acercó a la zarza ardiendo y recibió el llamado de Dios. Cuando regresó a Egipto se convirtió en emancipador y dirigente de Israel (período de 40 años). Moisés, líder del éxodo (Éxodo 5:1=15: 21), llevó el pueblo al Sinaí después de pasar junto al Mar Muerto (Éxodo 15:2219:2). Allí se convirtió en legislador (los Diez mandamientos constan en Éxodo 20: 1-17 y Deuteronomio 5: 6-21). Guió a los israelitas desde el Sinaí a las fronteras de la Tierra Prometida, pero murió en Nebo. Moisés fue un gran profeta, general, administrador, legislador, estadista, liberador, prosista, poeta e historiador hebreo.

NAAMÁN.

Naamán, cuyo nombre significa "agradable", vivió en el siglo noveno A.C. Fue jefe militar encargado del ejército de su soberano (Ben-hadad) y muy respetado por sus compatriotas. Cosa extraña es que un leproso ocupara tan elevada posición, pero tal fue el caso de Naamán. La sierva de su esposa, que era israelita, le informó que en su tierra había un autor de milagros que podía curarlo. Naamán finalmente halló a Eliseo, quien le mandó bañarse siete veces en el río Jordán (2 Reyes 5:10). Aquel hombre orgulloso tardó algo en cumplirlas instrucciones de Elíseo, pero cuando lo hizo, sanó (2 Reyes 5:14). Naamán era un hombre sincero y agradecido, y procuró abrumar de regalos al profeta. Reconoció el poder del Dios de Eliseo y lo tomó por Señor suyo.
NAHUM. Fue uno de los Profetas Menores y su nombre significa "compasivo". Prácticamente nada se sabe de su vida personal. Se menciona que era de Elcós, probablemente una aldea de Galilea. Se cree que su profecía fue escrita entre el 661 y el 612 A.C. (Véase "Nahum" en el capítulo m.) Describe el castigo de Nínive, acerca del cual también profetizó su contemporáneo Sofonías. La profecía de Nahum es especialmente interesante porque predice la caída de Nínive, que efectivamente se produjo en 612 A.C. (capítulos 2-3).
NATAN. Natán fue un profeta hebreo que vivió en tiempos de David y Salomón, a quienes sirvió como consejero espiritual. Fue consejero de David en cuanto a los planes para edificar el templo de Jerusalén. Cuando David cayó en adulterio con Betsabé, Natán lo reprendió (2 Samuel 12:1-10) diciéndole: "Tú eres el hombre"; y le informó de parte de Dios que ya no podría edificar el templo. La última vez que se le menciona en la Biblia (1 Reyes) es en relación con el futuro reino de Salomón, y con la frustración de los planes de Adonías, el hijo mayor de David, respecto a hacerse rey.
NATANAEL (Véase "Bartolomé".)
NABUCODONOSOR. Nabucodonosor, segundo rey de Babilonia, reinó de 605 a 562 A.C. Durante su reinado conquistó a Judá y llevó cautivos a los -judíos. Construyó calles de baldosas, grandes muros, fosos, presas hidráulicas, templos de oro y cedro, y bellas estatuas de bronce. La más rara y hermosa creación arquitectónica de su reinado fueron los famosos jardines colgantes de Babilonia. Nabucodonosor fue el rey que echó en el horno ardiente a Sadrac, Mesac y Abed-nego por no adorar su ídolo. Cuando el fuego no los dañó, Nabucodonosor los
honró a ellos y a su Dios (Daniel 3:28-30). Tuvo extraños sueños que no podía comprender, y llamó a Daniel para que los interpretara.
NEHEMÍAS. Nehemías, hijo de Hacalías, desempeñó un puesto importante en su juventud: tuvo el honor de ser copero del rey Artajerjes de Persia (464-424 A.C.). Nehemías halló gracia ante el rey, al cual le pidió permiso de ir a Jerusalén para ayudar a sus compatriotas en la reedificación de los muros qué habían sido destruidos por Nabucodonosor. El rey le otorgó el permiso y nombró a Nehemías gobernador de la provincia de Judea. También dio a Nehemías cartas para los gobernadores de las provincias pidiéndoles ayudar a Nehemías para que viajara
con seguridad de un lugar a otro. Una carta dirigida a Asaf solicitaba madera de los bosques del rey para construir los postes destinados a las puertas de la fortaleza del templo, para los muros de la ciudad, y para la casa que Nehemías iba o ocupar (Nehemías 2:7-8). "Pero oyéndolo Sambalat y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel" (Nehemías 2:10). Tras renovar la ciudad, Nehemías estableció reformas religiosas y sociales, ayudado por Esdras, el sacerdote y escriba. Nehemías gobernó periódicamente a Judea, hasta su muerte.
NICODEMO. El fariseo Nicodemo fue miembro del Sanedrín, y varón destacado entre los judíos. Su historia se narra en Juan. Nicodemo solicitó una entrevista con Jesús. Se sintió confuso cuando Jesús le dijo que debía nacer de nuevo; tomó el nuevo nacimiento al pie de la letra y no en sentido espiritual. Jesús le explicó el significado (Juan 3:5-8). Aunque su encuentro con Jesús parece haber sido estéril, Nicodemo al parecer alzó la voz en la fiesta de los tabernáculos para defender a Jesús, cuando el Sanedrín lo acusaba (Juan 7:50-52). Cuando
Jesús murió, Nicodemo proveyó para Cristo "mirra y áloe" (Juan 19:-39). Quizá por ello lo hayan tildado de seguidor de Cristo; de ser así, llegó finalmente a ser cristiano "nacido de nuevo".
NOÉ. Noé, el predicador de justicia, se menciona en nueve libros de la Biblia (Génesis, 1 Crónicas, Isaías, Ezequiel, Mateo, Lucas, Hebreos, 1 y 2 Pedro). Su historia completa se narra en Génesis 5-10. Noé fue descendiente de Adán por línea de Set, hijo de Lamec, y fue padre de Cam, Sem y lafet. La época en que Noé vivió fue de indiferencia religiosa y desafío a Dios. Se recuerda a Noé especialmente en relación con el diluvio. Tenía 480 años de edad cuando Dios le ordenó construir un arca en que él, su familia y cada especie de animales
limpios e inmundos estuvieran a salvo de las aguas destructoras de cuarenta días de lluvia. Noé, su familia y los animales entraron en el arca 120 años después. Llegó el diluvio y la tierra fue cubierta por el agua. Cuando un año más tarde bajaron las aguas, el arca reposó sobre el monte Ararat. Noé envió un cuervo y una paloma para saber si el agua había bajado lo suficiente. La segunda vez la paloma no regresó, y Noé supo que la tierra estaba seca. Un mes más tarde, él y su familia y los animales salieron del arca, Noé ofreció sacrificios quemados sobre un altar. Dios dio el arco iris como símbolo de su promesa de no volver a destruir la tierra mediante agua. Noé vivió 350 años después del diluvio y murió a la edad de 950 años.
NOEMÍ. Noemí fue la esposa de Elimelec de Belén, madre de Mahlón y Quelión. Su historia está entrelazada con la de su nuera Rut. Noemí se fue con su esposo y sus hijos a Moab, porque había hambre en Palestina. Sus hijos se casaron con mujeres moabitas; Rut y Orfa. En los diez años siguientes murieron los hombres, dejando viudas a Noemí y sus dos nueras. Ella resolvió volver a Belén y aconsejó a sus nueras volverse a sus respectivos países. Orfa se volvió, pero Rut, muy encariñada con Noemí, se fue con ella a Belén. Rut pronunció famosas y bellas
palabras: "No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque adondequiera que tú fueres iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios" (Rut 1:16). El nombre de Noemí significa "agrado" o "delicia" pero cuando al regresar a Belén le preguntaron, "¿No es esta Noemí?", ella respondió: "No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso". Mara significa "amargura".

ONESIMO.

Onésimo fue el esclavo fugitivo de un cristiano griego llamado Filemón. Tras huir a Roma, Onésimo conoció a Pablo y se convirtió al cristianismo. Luego Pablo envió a Onésimo de regreso a Filemón con una carta (el libro de Filemón) en que explicaba la conversión de Onésimo y pedía a Filemón que lo recibiera como nuevo hermano en Cristo.
OSEAS. Oseas -el nombre se deriva de una palabra hebrea que significa "auxilio"- hijo de Beeri, fue el primero de los Profetas Menores, y el último profeta del Israel del Norte. Su profecía se produce poco después de Amós, hacia fines del reinado de Jeroboam II (c. 786-746 A.C.). Trabajó en pro de la unidad nacional, se opuso a las alianzas con extranjeros, y exigió una justa administración pública. Era un hombre sensible y tierno, que anhelaba el amor y el compañerismo. Oseas 1-3 narra la historia de su matrimonio con Gomer y el adulterio de ésta. Esta historia nos ayuda a comprender lo que Dios siente respecto al infiel Israel. Oseas profetizó contra el pueblo de Israel, al que reprendió y amenazó por su idolatría y maldad. Fervientemente les rogaba arrepentirse como único medio de evitar los males que sobre la nación se cernían. Oseas revela lo dispuesto que está Dios a perdonar y su gran anhelo de salvar a su pueblo.

PABLO.

Oriundo de Cilicia (Tarso), fue ciudadano romano por nacimiento. Su familia era de la tribu de Benjamín, y fue educado como fariseo. Estudió bajo Gamaliel (Hechos 22:3) y era muy culto (dominaba varios idiomas y conocía las literaturas hebrea y griega). Saulo, su nombre enlengua hebrea, fue un gran perseguidor de la Iglesia, como lo demuestra su aprobación de la muerte de Esteban (Hechos 7:58-8: 1), pero la victoriosa muerte de Esteban lo impresionó hondamente. Se convirtió más tarde cuando iba rumbo a Damasco, luego de quedar ciego (Hechos 9:1-19; 22:5-16; 26:12-18). Recobró la vista cuando fue lleno del Espíritu Santo. Poco después fue a Arabia (Gálatas 1:17). Fue el gran misionero mundial del Nuevo Testamento; en territorio gentil empleaba su
nombre romano de Pablo. Sus tres viajes misioneros constan en Hechos; realizó su obra en Asia Menor, Grecia y Roma. Padeció gran persecución (cárcel, lapidación, latigazos, etc.), pero nada detuvo su ministerio de predicación, curación, edificación de la Iglesia y escritura. Encarcelado por largos períodos en Roma, la tradición afirma que murió como mártir decapitado en Roma entre el 64 y el 67 a.C. Es el autor de la mayoría de las epístolas del Nuevo Testamento. Se ha dicho que Pablo es la más poderosa personalidad humana del Nuevo Testamento, y ciertamente su capítulo sobre el amor (1 Corintios 13) no tiene rival. Hay una antigua descripción tradicional de Pablo que lo presenta como "hombre de pequeña estatura, cejijunto, de nariz larga, calvo, de piernas arqueadas,
fornido, lleno de bondad, pues a veces tiene aspecto de hombre y a veces su rostro parece de ángel".
PEDRO, SIMON. El nombre de Pedro significa "piedra". Fue hermano de Andrés e hijo de Jonás (o Johanan). Natural de Betsaida, se le presenta como tosco pescador. Se le menciona más veces que a cualquier otro personaje del Nuevo Testamento, aparte de Jesús. Estaba casado, y fue uno de los doce discípulos. Negó a Jesús en los días de la crucifixión (Mateo 26:73-75). Jesús se entrevistó con él después de resucitado (Véase 1 Corintios 15:5; Cefas es otro nombre con que se conoce a Pedro). En los Hechos de los Apóstoles es el personaje sobresaliente y líder apostólico en la primera parte del libro, capítulos 1-12. Habló ante los discípulos respecto a quien debía sustituir a Judas, y predicó a la multitud en Pentecostés (Hechos 2). Fue el instrumento de muchas curaciones (véase Hechos 3) y conversiones a Cristo (Hechos 4). Hasta resucitó a una mujer (Dorcas). Tuvo la valentía de predicar a los gentiles en casa de Cornelio (Hechos 10). Sus hechos y buenas obras fueron demasiado numerosos para anotarlos aquí. Influyó en el Evangelio de Marcos. En efecto, narró la historia que Marcos transcribió en su Evangelio. Es el autor de 1 Pedro y, según la tradición, de 2 Pedro también. Su gran confesión (Marcos 16:16) se destaca en el Nuevo Testamento. Cuando Herodes estuvo a punto de quitarle la vida, escapó mediante intervención de Dios (Hechos 12:1-17) y no se le vuelve a mencionar en los Hechos sino en el capítulo 15 (Concilio de Jerusalén). La imagen que de él, nos ha transmitido la historia es la de un hombre impetuoso pero sincero en su proceder. La tradición afirma que murió crucificado cabeza abajo en Roma.
PONCIO PILATO. Poncio Pilato era el procurador romano de Judea cuando Cristo fue crucificado (Mateo 27:2; Marcos 15:1; Lucas 23:1; Juan 18:28-29). Era personalmente responsable ante el emperador Tiberio por las cuestiones financieras, civiles, militares y penales de su provincia de Judea. La fama de Pilato obedece principalmente a su papel en el proceso y crucifixión de Jesús. Trató de librar a Jesús, pero el pueblo, por el contrario, exigió la libertad de Barrabás el ladrón. A1 condenar al Señor, Pilato desoyó su conciencia y las advertencias de su esposa. Llamó a Cristo "Rey de los judíos". Se cree que Pilato fue destituido de su puesto por Vitelo, gobernante de Siria, por haber ejecutado a muchos samaritanos. Iba rumbo a Roma para ser juzgado cuando murió el emperador, y se cree que de algún modo Pilato se salvó por entonces. La historia no vuelve a
mencionarlo.
PRISCILA. Priscila, o Prisca, era la esposa de Aquila, fabricante de tiendas, junto con el cual se la menciona siempre (Hechos 18:2, 18, 26; Romanos 16:3; 1 Corintios 16:19; 2 Timoteo 4:19). Cuando Pablo estuvo en Corinto se alojó en su casa, y ellos a su vez viajaron con él hasta Éfeso. Pablo la alabó siempre por la empeñosa obra que realizaba para el progreso del cristianismo. El hogar de ella en Corinto, en Éfeso y en Roma fue sitio de reunión de las iglesias que en esas ciudades se formaron. Junto con su esposo ayudó en la preparación teológica de Apolos. Se ha sugerido, pero sin prueba alguna, que ella y su esposo fueron coautores de la Epístola a los Hebreos. (Véase "Aquila".)

RAQUEL.

Raquel, cuyo nombre significa "oveja", fue la hija menor de Labán (Génesis 29:6). Jacob su esposo trabajó siete años para obtener su mano en matrimonio, pero fue engañado por Labán, quien lo hizo casar con Lea, la hermana mayor; de modo que Jacob tuvo que trabajar siete años más para obtener a Raquel. Ella fue estéril durante varios años y después dio a luz a José. Cuando Jacob abandonó el servicio de Labán, Raquel hurtó los serafines (ídolos) de su padre, mediante los cuales esperaba atraer prosperidad para ella y su marido. La primera impresión que Raquel produce es favorable; es atractiva por su personalidad, modales y vestido, y rápidamente conquista el afecto de Jacob; pero esta opinión cambia cuando hurta y miente respecto a los serafines de su padre. Raquel murió al dar a luz a Benjamín, y su sepulcro está cerca de Belén. Referencias: Génesis 29-35.
REBECA. Rebeca fue hija de Betuel, hermana de Labán, esposa de Isaac y madre de Jacob y Esaú. Fue descubierta por un siervo de Abraham, y consintió en casarse con Isaac (Génesis 24). No tuvo hijos durante veinte años, pero finalmente dio a luz gemelos: Jacob y Esaú. En Génesis 27 leemos Rebeca indujo a su hijo favorito, Jacob, a obtener mediante engaño la bendición de Isaac. Luego tuvo que enviar a Jacob a Mesopotamia para librarlo de la ira de Esaú. Rebeca murió antes que Isaac y fue sepultada en la tumba de Abraham, la cueva de Macpela, cerca de Hebrón.
REUEL. (Véase "Jetro".)
ROBOAM. Roboam ocupó el trono después de muerto su padre Salomón. Por los torpes e impopulares impuestos que estableció; se produjo una división política en el reino unido. Las diez tribus del norte formaron la nación de Israel. Roboam, con las tribus de Judá y Benjamín, mantuvo el dominio de la ciudad capital, Jerusalén, y formó una nueva nación: Judá, reino del sur. Durante el reinado de Roboam, ya dividida la nación, Egipto logró invadir el país y tomar a Jerusalén y llevarse el tesoro del templo. Durante el reinado de Roboam (c. 922-915 A.C.), comenzó la decadencia de la nación hebrea.
RUT. Rut, cuyo nombre significa "compañera" o "apego", fue una moabita que llegó a ser antepasada de David, María y Jesucristo. Después que Noemí y Elimelec, junto con sus hijos Quelión y ahlón por causa del hambre tuvieron que abandonar su hogar de Belén, Rut se casó con Mahlón. Murieron los varones; y quedaron viudas Noemí, Rut y Orfa. Noemí decidió regresar a Belén, y Rut, por el apego que le tenía, se fue con ella. Llegaron a Belén cuando comenzaba la cosecha de la cebada. Rut espigó los campos para ganarse el sustento y mantener a su suegra. En ese trabajo conoció a Booz, pariente de Noemí, quien la trató bondadosamente y luego se enamoró de ella. Booz compró la herencia de Mahlón en la heredad familiar y así, de acuerdo con la ley hebraica (Deuteronomio 25:5-10) adquirió el derecho de casarse con Rut. Su hijo primogénito fue Obed, quien fue padre de Isaí y abuelo de David. Referencia: el libro de Rut.

SAFIRA.

Safira (nombre arameo que significa "hermosa") fue esposa de Ananías y cómplice en el pecado por el cual murieron ambos. Vendida su propiedad, se quedaron con la ganancia en vez de entregarla a la iglesia, y luego negaron haber hecho esto. Cuando Ananías tuvo que enfrentarse a Pedro respecto a la venta mintió, e inmediatamente cayó muerto. Unas tres horas después llegó Safira su esposa, ignorante de lo ocurrido. Al preguntarle Pedro por el precio obtenido por la tierra que habían vendido, repitió la mentira de su esposo y cayó bajo la misma condenación de Ananías. Pedro le respondió: "¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido y te sacarán a ti". Al oír esto, cayó muerta a sus pies (Hechos 5:7-10).
SALOMÓN. Salomón (que significa "pacífico") o Jedidías (que significa amado de Jehová") fue el hijo menor del rey David y Betsabé. Entronizado muy joven, Salomón acudió a Dios, no en busca de vida, riqueza o victoria, sino de sabiduría. Dios se la concedió, y así alcanzó la fama. La primera esposa de Salomón fue una
princesa egipcia, pero se dice que tuvo 700 esposas y princesas, amén de 300 concubinas. Famoso por su sabiduría y por sus mujeres, se recuerda también a Salomón por sus escritos (que incluyen poesías y proverbios), su riqueza, su próspero comercio, sus magníficos edificios (que incluyen el templo, palacios y
otras construcciones) y por su fortificación de Jerusalén y otras ciudades. Durante su reinado de 40 años (961-922 A.C.), Salomón hizo mucho en pro de su patria mediante el comercio y la riqueza, pero también permitió que se arruinara. Se construyeron templos paganos y se dejó al ejército sin preparación. Tras una vida de riqueza y lujo, Salomón dejó a Roboam su heredero sólo el cascarón de lo que había sido un gran imperio. La historia de Salomón se narra en 1 Reyes 1-14 y 2 Crónicas 1-13.
SAMUEL. Cuando nació Samuel, hijo de Elcana y Ana (1 Samuel 1:20), las doce tribus de Israel tenían poco más de tres siglos de habitar en Canaán. Había mucho descontento y contienda entre las tribus. El sacerdocio estaba carcomido de pecado e ineptitud. Elí el juez, ya viejo, era incapaz de enfrentarse a los problemas de su nación. En su tierna infancia, Samuel había sido entregado por Ana su madre al sacerdote Elí y dedicado al servicio de Jehová. Esto fue en cumplimiento a lo prometido por Ana cuando pidió un hijo a Dios. Samuel se hizo hombre al
servicio del sacerdocio. Al morir Elí por la impresión que le causó la noticia de la muerte de sus irresponsables hijos, Samuel lo sustituyó como sacerdote de Israel. Fue el primer profeta de Israel y el último de los jueces. Nació, residió y fue sepultado en Ramá, distante unos 10 km. de Jerusalén. Durante su ministerio -que abarcó parte de la vida de Elí, Saúl y David- Dios eligió a Samuel como su principal vocero ante el pecador Israel. Unió a las doce tribus en un reino al mando de Saúl, llevó al ejército hebreo a la victoria contra los filisteos, estableció el gobierno de Israel y sirvió como juez.
SANSÓN. Sansón fue nazareo desde su nacimiento y recibió fuerza extraordinaria junto con el voto nazareo de no cortarse jamás el cabello. Sus hazañas fueron espectaculares; mató mil filisteos con una quijada de asno (Jueces 15:16), arrancó y se llevó a la rastra las puertas de Gaza (Jueces 16:3), etc. Sansón era muy dado a las mujeres y Dalila, una filistea, fue su favorita. Los señores filisteos la contrataron para que descubriera en dónde residía la fuerza de Sansón. Descubierto el secreto, le cortaron el pelo a Sansón mientras éste dormía, luego lo
llevaron preso, lo torturaron y le sacaron los ojos. El pelo de Sansón volvió a crecer, y mientras los filisteos se mofaban de él en un gran banquete, él rogó a Dios que le diera fuerzas. Recobrado el vigor derribó las columnas que sostenían el techo del salón del festín, y todos, incluso Sansón, perecieron (Jueces 16:29-30).
SARA. Sara (en hebreo, "princesa") fue la esposa de Abraham y madre de Isaac. Originalmente se llamaba Sarai. Poco se sabe de su nacimiento y parentela, porque la Biblia no contiene el relato de sus primeros años. Muchos
creen que estaba emparentada con Abraham por la línea paterna de éste, pero ello no es seguro. Como no podía darle un hijo a Abraham, le entregó por mujer a su sierva egipcia, Agar, para que le diera descendencia. Agar dio a luz a Ismael. Pero Dios le prometió a Sara un hijo, aunque ya era demasiado vieja para concebir. La promesa de Dios se cumplió cuando Sara dio a luz a Isaac. A1 crecer los dos hijos, Ismael comenzó a burlarse de Isaac y Sara exigió que Abraham echara de su casa a Agar e Ismael. Dios hizo entender a Abraham que Sara tenía razón, y la sierva fue expulsada. Treinta y siete años después de nacido Isaac, a la edad de 127 años, murió Sara en Hebrón. Fue sepultada en la cueva de Macpela. Referencia: Génesis 20-23. (Véase "Abraham" y "Agar".)
SAÚL. Saúl fue el primer rey de Israel, hijo de Cis y miembro de la tribu de Benjamín. Según 1 Samuel 9:2 era de elevada estatura: "de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo". Desde hacía tiempo Israel quería tener rey; finalmente lo exigió. Pidieron a Samuel que nombrara rey. Dios reveló a Samuel que un hombre llamado Saúl llegaría a buscarlo, y que ese era el elegido por Dios para rey. Todo marchó bien hasta que la obstinación de Saúl lo llevó al pecado (un ejemplo consta en 1 Samuel 15.) Dios ordenó a Saúl invadir a Amalec y destruir "todo lo que tiene". Pero Saúl no destruyó del todo el país. En efecto, su ejército se trajo consigo ganado y al rey; pretextaban que el ganado era para sacrificios y para el rey exhibirlo (Saúl era orgulloso). Es posible que un hombre cuente con la bendición de Dios y camine con Dios, y no llegue sin embargo a la meta señalada. Aunque elegido por Dios, Saúl cayó por su terquedad y pecado. Se suicidó después de consultar a la bruja de Endor. Al fin de sus días Saúl reconoció: "He hecho neciamente". Otro Saúl -Saulo de Tarso- dijo al terminar su vida: "He
peleado la buena batalla".
SEDEQUIAS. "E hizo lo malo ante los ojos de Jehová". Así podría resumirse la vida y el reinado de Sedequías, el último rey de Judá (reinó del 597 al 587 A.C.). Tenía veintiún años de edad cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo puso en el trono. La ira de Jehová se encendió contra Sedequías por cuanto éste hizo caso omiso del profeta jeremías. Se rebeló contra Nabucodonosor, y éste más adelante puso sitio a Jerusalén. En el undécimo año del reinado de Sedequías, cuando el hambre consumía la ciudad, Sedequías y su ejército desampararon al pueblo y huyeron a las llanuras de Jericó. Posteriormente, él y su ejército cayeron
prisioneros. Sus hijos fueron ejecutados en presencia suya, y luego a él le arrancaron los ojos y lo encerraron en una prisión de Babilonia. Referencias: 2 Reyes 24:17-25:7.
SILAS. Fue el misionero que en sustitución de Marcos acompañó a Pablo en el segundo viaje a Macedonia y Corinto (Hechos 15:22-40; 2 Corintios 1:19); se le conoce también como Silvano (1 Tesalonicenses 1:1; 2 Tesalonicenses 1:1). Puede que haya sido el secretario o amanuense de Pedro (1 Pedro 5:12). Según la tradición, murió en Macedonia.
SIMEÓN, EL QUE BENDIJO A JESÚS. Simeón ("escuchante") fue un judío típico en cuanto a obediencia a la Ley de Moisés y en cuanto a la esperanza en la venida del Mesías. Dios le había prometido que no moriría sin ver al Cristo. Estaba en el templo cuando María y José, de acuerdo con la Ley, llevaron al Niño para circuncidarlo. Simeón, dirigido por el Espíritu Santo, conoció que el Niño era el Ungido de Dios y lo dedicó al servicio de Dios (Lucas 2:33-35).
SIMEÓN, HIJO DE JACOB Y LEA. Simeón fue el segundo hijo de Jacob y Lea. Su nombre se deriva de shama, que es el verbo hebreo "oír". Se le menciona dos veces en el Antiguo Testamento. En Génesis 42:24, su hermano José exige que se quede en Egipto como rehén, para que los otros regresen con Benjamín. Se le vuelve a mencionar cuando da muerte a los siquemitas para vengar la violación de su hermana Dina. A causa de ello es maldecido por Jacob (Génesis 49:5-7). Como consecuencia sus descendientes, aunque pertenecían a las doce tribus de Israel, fueron esparcidos y finalmente absorbidos por la tribu de Judá.
SIMON EL CANANITA. "Simón el cananita" fue uno de los doce apóstoles (Mateo 10:4; Marcos 3:18), y también se le llama Simón Zelote (Lucas 6:15; Hechos 1:13). Este último nombre aparece sólo en los escritos de Lucas. No debe confundírsele con Simón el hermano de Jesús. Poco o casi nada se sabe de Simón. Pertenecía a los zelotes, secta de nacionalismo extremista, muy diferente a los publicanos. Jesús eligió a un zelote y a un publicano (Mateo), provenientes de facciones muy contrapuestas, para que fueran hermanos en él y en su obra.,
SIMON DE CIRENE. Este Simón era un judío de la ciudad comercial de Cirene, situada en la costa norte de África. Iba entrando en Jerusalén cuando los soldados romanos lo obligaron a cargar con la cruz, de Jesucristo hasta el Gólgota. El incidente consta en Mateo, 27:32; Marcos 15:21 y Lucas 23:26. Como africano, quizá Simón haya sido negro o muy moreno.
SIMON, EL MAGO. Simón el mago (o hechicero) tenía tan hechizado al pueblo de Samaria que lo tomaban por "el gran poder de Dios". Se "convirtió" y fue bautizado tras observar los milagros realizados por Felipe. Cuando Pedro y Juan llegaron a Samaria, y al imponer las manos a los nuevos convertidos éstos recibían el Espíritu Santo, Simón se impresionó muchísimo y ofreció comprarles ese poder. Pedro lo reprendió severamente diciéndole que su corazón no era recto" delante de Dios, y que aún estaba "en hiel de amargura y en prisión de maldad". Aceptando mansamente la reprensión, suplicó al Apóstol que orara pidiendo que ninguno de dichos males le acaeciera (Hechos 8:9-24). La compraventa de puestos eclesiásticos -mal especialmente notorio en la Edad Media- recibe el nombre de simonía, palabra derivada del nombre de Simún el mago.
SOFONIAS.Sofonías ("ocultado por Jehová" o "Jehová oculta o protege") fue según se cree bisnieto de Ezequías. Profetizó durante el reinado de Josías (640-609 A.C.) (Sofonías 1:1). Profetizó la completa desolación de Judea por su idolatría y menosprecio del Señor. Sofonías fue sacerdote y le correspondió el deber de castigar a los falsos profetas. Caída Jerusalén, Sofonías fue llevado a Ribla, en tierra de Hamat, y muerto por los babilonios.

TADÉO.

Tadeo (también llamado Lebeo), discípulo de Jesús no muy conocido (el nombre "Tadeo" aparece en Mateo 10:3, Marcos 3:18), nació según se cree en Odesa. La tradición afirma otras cosas acerca de él: que llegó a Jerusalén en donde fue bautizado por Juan el Bautista, que luego inició su ministerio, que regresó a su Odesa natal a predicar el evangelio, y que murió y fue sepultado en Beirut. Hay cierta confusión respecto a su nombre, pero comparando Mateo, Marcos y Lucas casi no es posible dudar que los tres nombres, Lebeo, Judas el hermano de Jacobo y Tadeo pertenezcan a la misma persona.
TOMAS. Tomás, uno de los apóstoles de Jesucristo, se menciona en todos los Evangelios, pero en las escenas finales de Juan se convierte en figura prominente. Se cree que su nombre era Judas, pero que se le llama Tomás para distinguirlo de los otros dos Judas. El Evangelio de Tomás, recién descubierto, lo identifica como Dídimo Judas Tomás, pero la antigua versión siríaca de los Evangelios dice que era "Judas, no el Iscariote" (Juan 14: 22). La palabra "Tomás" corresponde en arameo a gemelo o "dídimo" en griego. Juan destaca tres rasgos esenciales de Tomás. Era dado a considerar las situaciones adversas peor de lo que eran, pero poseía una lealtad que lo mantenía firme a pesar del peligro. Esto aparece en Juan 11:16 cuando instó a los discípulos a ir con Jesús a Judea a despecho de la hostilidad judía. Tomás rehusó creer que Jesús había resucitado a menos de ver con sus propios ojos las señas de los clavos (Juan 20:28). La tradición declara que fue misionero y fundador de la iglesia de Mar Toma en India, y murió como mártir. Se dice también que escribió un evangelio apócrifo.
TIMOTEO. Timoteo nació en Listra. Fue hijo de un griego y de una judía llamada Eunice (Hechos 16:1; 2 Timoteo 1:5). Eunice y Loida, la madre de ésta, eran cristianas (convertidas en la primera visita de Pablo a Listra) e instruyeron a Timoteo en las Escrituras desde la juventud. En su segunda visita, Pablo descubrió grandes posibilidades en Timoteo, quiso emplearlo, y para no chocar con los prejuicios judíos lo hizo circuncidar (Hechos 16:3). Timoteo acompañó a Pablo en parte de su viaje por Macedonia. Cuando Pablo fue a Atenas, inmediatamente hizo que Timoteo se volviera a visitar la iglesia de Tesalónica. Durante la larga permanencia de Pablo en Éfeso,- Timoteo "le sirvió" y fue enviado delante a Macedonia y Corinto para recordar a los corintios "mi proceder en Cristo" (1 Corintios 4:17). En Roma, Timoteo estuvo con Pablo durante su encarcelamiento, cuando el Apóstol escribió algunas epístolas. Timoteo mismo al parecer estuvo encarcelado algún tiempo (Hebreos 13:23). Algunas leyendas antiguas afirman que Timoteo fue obispo de Éfeso (véase 1 Timoteo 1:3), y que fue muerto por anatematizar la fiesta de Diana por su inmoralidad. Se menciona a Timoteo en 2 Corintios, Tito, Gálatas, Hechos, y naturalmente, en 1 y 2 Timoteo, a él dirigidas. Es interesante que Pablo le haya dirigido la última carta que escribió (2 Timoteo).
TITO. Tito fue uno de los más fieles ayudantes de Pablo. Sus padres fueron griegos (Gálatas 2:3) y nada más sabemos de su origen. Se convirtió por la predicación del apóstol Pablo. Este gentil acompañó a Pablo a Jerusalén para oponerse a los judíos cristianos que exigían la circuncisión de los gentiles (Gálatas 2:1). Su carácter inspiraba tal confianza que se le envió a Corinto a recoger la ofrenda para los pobres de la iglesia de Jerusalén, y luego fue enviado a Creta cuando allá surgieron problemas (Tito 1:5). Más tarde, según parece fue a Dalmacia (2 Timoteo 4:10), situada en la costa oriental del mar Adriático. Se menciona a Tito en 2 Corintios, Gálatas, 2 Timoteo y, desde luego, en Tito.

UZÍAS REY DE JUDÁ.

Uzías (siglo octavo A.C.) fue elegido por el pueblo como dé- UZIAS, cirro rey de Judá. Comenzó a reinar siendo de dieciséis años, con victoriosas campañas militares contra los enemigos de su padre. Uzías sometió a los árabes y a los amonitas, derrotó a los filisteos y tomó las ciudades de Asdod, Gaza y Jabnet. Fortificó a Jerusalén y la dotó de equipo militar. Bajo el reinado de Uzías Judá prosperó. Uzías pecó al ofrecer incienso en el altar de Dios y fue castigado con lepra (2 Crónicas 26:19-21).

ZAQUEO.

Zaqueo era un conocido recolector de impuestos de Jericó. Se le menciona solamente en Lucas 19. Cuando Jesús llegó a esa ciudad, Zaqueo, hombre de pequeña estatura, tuvo que subirse a un sicómoro para ver por encima del gentío. Al verlo, Jesús le dijo que bajara para ir con él a cenar. Dada la mala fama de los recolectores de impuestos, la gente se asombró ante la invitación de Jesús. Pero la presencia del Señor convirtió a Zaqueo en un hombre diferente. Para hacerle honor a su nombre, que en la lengua original significa "puro", Zaqueo prometió entregar a los pobres la mitad de sus bienes y restituir el cuádruplo a quienes injustamente hubiera despojado (Lucas 19:8). La salvación había llegado a la casa de Zaqueo, y más adelante se convirtió en discípulo.
ZACARÍAS. Zacarías era sacerdote de la clase de Abías, una de las veinticuatro órdenes sacerdotales desde el tiempo de las Crónicas. Dichas órdenes se turnaban en el servicio del templo. El día que le correspondió a Zacarías, fue éste al templo a cumplir con la ofrenda del incienso en el lugar santo. Estaba allí cuando se le apareció un ángel del Señor y le anunció que su esposa iba a dar a luz un hijo. Zacarías y su esposa ya eran bastante viejos; ella había sido estéril toda la vida; por las dudas, Zacarías pidió al ángel que le corroborara la noticia con alguna señal. Inmediatamente quedó mudo, y no recobró el habla sino después de haber dado al niño el nombre de Juan, en la circuncisión. Aquel niño fue Juan el Bautista, el que vino a preparar el camino para Jesucristo, el Mesías. Referencia: Lucas 1.
ZACARIAS EL PROFETA. Zacarías escribió el libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre. Profetizó al mismo tiempo que Hageo. El gran propósito del ministerio de Zacarías fue alentar a quienes iban a reconstruir el templo; por eso sus mensajes son profundamente inspirativos. Zacarías dice que la edificación de la casa de Dios es esencialmente una obra espiritual, y que ha de realizarse "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos (Zacarías 4:6). En los capítulos 1-6 bosqueja ocho visiones que recibió de noche, todas destinadas a dar ánimo al pueblo para que confiaran en que Dios estaba con ellos en su tarea de reedificar el templo. Hacia el final del libro tenemos notables profecías referentes al Mesías: Cristo traicionado por treinta monedas de plata (11:12-13); el costado horadado (12:10); el derramamiento de su sangre por los pecados del mundo (13:1); las marcas de los clavos (13:6); el esparcimiento de los discípulos (13:7); la destrucción de Jerusalén en días del Nuevo Testamento (14:2) y la segunda venida de Nuestro Señor (14:4). En 9:9-10 se profetiza la entrada triunfal con estas magníficas palabras: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra".
ZOROBABEL. Zorobabel se supone hijo de Salatiel, de la tribu de Judá de la línea de David. Junto con Jesúa, en 536 A.C. guió desde Babilonia la primera colonia de israelitas cautivos a Jerusalén. En Jerusalén restableció la observancia de las prácticas sagradas de los judíos, incluso el culto público y la Fiesta de los Tabernáculos. El libro de Esdras cuenta cómo Zorobabel rechazó el auxilio de los samaritanos para reconstruir el templo. Los samaritanos se disgustaron y dificultaron la construcción luego de dos años y dos meses de trabajo (Esdras 4). Después de siete años logró terminar el templo. Se ignora el fin de Zorobabel, pero se cree que llegó a ser rey de Judá y que fue derrotado por los persas.



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