Algunas personas afirman que Jesús de Nazaret nunca fue realmente judío. Sin embargo, un breve vistazo a la Escritura hace obvio que Jesús no podría haber sido más que un judío.
A diferencia de las versiones de Hollywood de Jesús que a menudo reflejan una visión occidental del Cristo, hay muchas pruebas de que Jesús era, de hecho, judío. El primer versículo del Nuevo Testamento proclama claramente la identidad etnia judía de Jesús: “Tabla genealógica de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.”
En primer lugar, el nombre “Jesús” claramente es de origen hebreo. Jesús es una transliteración de la palabra hebrea Josué, por lo que algunos se refieren a él como “Yeshua”. El nombre significa “Yahveh es salvación.”
En segundo lugar, Jesús nació en Belén, una ciudad ocupada por los judíos. Belén había sido durante mucho tiempo un asentamiento judío conocido como la ciudad de David.
En tercer lugar, los padres terrenales de Jesús eran de Nazaret, una ciudad del pueblo judío. Es innegable que en el siglo primero Nazaret era una pequeña ciudad judía.
Cuarto, Jesús nació en el momento de un censo que requería que los judíos regresaran a los pueblos de sus antepasados. José no habría viajado con una esposa embarazada a Belén para el censo a menos que él era judío. María la madre de Jesús también tenía una ascendencia judía. La genealogía de Jesús registrado por Lucas probable traza el linaje de María y muestra una conexión a David y la tribu de Judá. Los tíos de Jesús, Zacarías y Elisabeth, eran también judíos que obedecían la Torá (Lucas 1:6). Zacarías era un sacerdote. Toda la familia tomó muy en serio su fe judía. Hebreos 7:14adice: “Es evidente que nuestro Señor procedía de la tribu de Judá.”
En quinto lugar, Jesús fue llevado al templo cuando era bebé de acuerdo a la ley judía de Moisés (Lucas 2:22).
Sexto, Jesús estaba en el templo judío como niño según la costumbre judía (Lucas 2:41-52).
En séptimo lugar, Jesús observó las costumbres judías como adulto. Él asistía a la sinagoga en los sábados, viajó a Jerusalén para la Pascua, y dijo a los que Él sanó de una enfermedad de la piel que se presentaran a los sacerdotes como lo exige la Ley de Moisés. Todo en los relatos de los Evangelios indica que Jesús era un judío observante de la Torá, y del sábado.
Aquellos que argumentan en contra de la herencia judía de Jesús deben dar respuestas alternativas a estos siete hechos históricos. La carga de la prueba recae sobre los que contradicen la evidencia bíblica clara en esta mater
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